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viernes, 26 de mayo de 2017

PATRIA

Acabo de terminarme Patria, de Fernando Aramburu. Anteriormente había leído de este autor "Años lentos", en el verano de 2012. Desde entonces, el libro estaba en mi dormitorio, pero pienso que el año pasado lo dejé ir, por tanto ya no lo tengo.

Este libro me lo ha prestado Sara Aza, una compañera del club de lectura Alba Plata y me ha encantado. Teniendo en cuenta que últimamente por la medicación de la alergia me duermo muy pronto, y que además estoy leyendo los libros del club de lectura, he sido muy rápida leyendo. Justo un mes desde que me lo dio, pero tres semanas desde que comencé a leerlo.
Es un libro duro. Pero entrañable e intimista a la vez, en el que podemos ver que ETA no sólo asesinaba a sus víctimas. Todas las familias de las víctimas caían también en una mutilación, en un antes y un después. En una ruptura de los que habían sido y lo que fueron más tarde. 
Las familias de los terroristas también se veían afectadas desde el minuto uno en el que sus hijos se "echaban al monte", llegando a transformar a las madres de los asesinos en personas sin empatía hacia los que no eran vascos.
Muy bien narrado, con mucha fuerza. Descubriendo y entendiendo muchas actitudes.
Imprescindible para conocer parte de nuestra historia más cercana. 

miércoles, 17 de mayo de 2017

LOS GIRASOLES CIEGOS... otra vez

Aunque este año he leído varios libros del club de lectura, que ya me había leído antes, esta es la primera vez que me leo un libro que ya tengo reseñado en el blog.
Me lo he leído muy deprisa. Entre el 28 y 29 de abril, pero aparecerá en el blog después de la sesión del club de lectura, por no hacer un spoiler y reventar el final a nadie.
Me ha gustado mucho otra vez. Sabía que había relatos relacionados pero no recordaba que lo fueran dos a dos. 
Se me encoje un poco el corazón con la triste vida de estas personas. Con el horror que tuvo que soportar ese niño, el del último relato, el que da título al libro... con ese proyecto de cura que a pesar de todo no da su brazo a torcer y sigue creyéndose la víctima.
Ese pobre Juan Senra que acaba diciendo toda la verdad, a costa de su vida, porque no quiere seguir viviendo de rodillas.
Esos pobres niños con su bebé, perdidos en el monte.
Ese pobre capitán Carlos Alegría, que se rinde y a pesar de todo sigue viviendo sin sentido, sin ganas, sin dignidad.

Pinchando en la imagen del libro hay un enlace a la página del blog donde está mi primera lectura, porque ahí queda todo recogido.