Último libro del club de lectura de este año... De nuevo y por fin, Stefan Zweig.
Aquí la sinopsis |
Y si lo pienso, los últimos han sido dedicados a mujeres. El de 2016 fue "Antonia", de Nieves Concostrina. En 2017 fue "La vida de las mujeres" de Alice Munro y este año Stefan Zweig otra vez.
Con esta novela súper corta, pero en la que se condensan muchas cosas, o al menos a mí me las han sugerido, terminamos este tercer año del club de lectura. Año un poco extraño, en el que ha habido nuevas incorporaciones que no han cuadrado con los horarios, y en las que habituales del club, por diferentes motivos, no han podido venir como acostumbraban. Quizá el haber fijado las fechas desde el principio no haya sido tan buena idea y sea mejor ir haciéndolo poco a poco.
También haciendo balance de este año, quizá tengamos que volver a "vender" la idea del club de lectura, para que más personas puedan beneficiarse de las lecturas colectivas y de lo que nos aporta ver los diferentes puntos de vista de unos y otros.
Espero que el curso próximo tengamos estupendas sesiones del club de lectura y retomemos estos buenos ratos que hemos pasado.
Y volviendo al libro, nos centramos en el escándalo que causa en todas las personas de bien, la fuga de Madame Henriette, la señora de familia acomodada, que debe estar pasando un mortal aburrimiento en esas vacaciones. Vacaciones ¿de qué? ¿Cómo sería la vida de una burguesa a principios del siglo XX? Todo convencionalismos sociales, y una vida lánguida y aburrida, a cambio de una buena posición social ¿Cómo sería su vida si un soplo de aire fresco que la llegada de un joven y guapo caballero y unos ratos de charla sirvieron para decidirse a cambiar el rumbo de esa vida tediosa? Perdiendo con eso su puesto en la sociedad. Siendo repudiada por todos. Y sin garantías de que ese jovencito iba a seguir con ella después de un tiempo en el que se acabase la pasión.
Y luego... la historia de Mrs. C., viuda a los cuarenta años (ya una anciana, prácticamente), con una vida cómoda y regalada. Sin nada que hacer, sin aspiraciones. Sólo verla pasar y dejarse consumir. Sin metas, sin nada, por no tener, no tenía ni problemas. Sólo el corazón destrozado por la muerte de su esposo, y su deseo de enterrarse en vida. Con todo hecho... ¿para qué iba a luchar por nada?
Y de pronto, esas 24 horas que pudieron hacerle cambiar el rumbo de su existencia, y que la trasformaron por dentro... ¿Ganas de ayudar? ¿O simplemente ganas de que algo pasara en su vida? Esa entrega, sin oponerse, a un desconocido, saltando todas las normas que se había autoimpuesto hasta ese momento... porque su ofrecimiento de ayuda es mal interpretado y no es capaz de deshacer el entuerto. ¿No es capaz? ¿O no quiere ser capaz?
Y la credulidad de pensar que va a cambiar, de que va a superar su adición al juego... para luego pasar a la humillación de que no sólo no le ha importando nunca, sino que se ha aprovechado de su dinero para seguir jugando.
Menos mal que por su posición desahogada podía viajar y moverse por el mundo como si nada, porque si encima le hubiese dado todo su dinero... lo habría pasado mal también en el plano económico.
En fin, reflejo de la sociedad de su época. Prejuicios, hipocresías, y sobre todo... la sociedad del patriarcardo, en la que las mujeres estamos condenadas a hacer lo que quieren los hombres. Una sociedad en la que, incluso hoy, se critica que una mujer esté con un hombre más joven, cuando lo contrario es signo de virilidad.
Me alegro de vivir en esta época, en la que a pesar de todas las restricciones que aún tenemos las mujeres, nos ha tocado vivir en una parte del mundo en la que tímidamente se van abriendo paso, poco a poco, nuestros derechos. Espero que no vuelvan para atrás.
La forma de escribir de Zweig, exquisita.
1 comentario:
A mí me ha parecido un libro muy visual, cinematográfico. El autor, como bien dices, exquisito en el lenguaje. Una novela pasional y de contención de emociones, muy propia de aquella época.
Publicar un comentario