Último libro del club de lectura de este año tan atípico. Descargado con bastante dificultad de Librarium, ya que hemos usado y abusado de la plataforma escolar para el fomento de la lectura durante el confinamiento.
No me gusta mucho leer en digital, y en la tablet leo peor que en el e-book, y eso que mi e-book es viejito, pero la tablet está muy obsoleta.
Pinchando en la imagen podrás leer la sinopsis del libro |
Un libro que he tardado más de la cuenta, porque aunque, a primera vista, me atraía el título y la sinopsis, luego se me ha hecho muy cuesta arriba. Un libro que he leído caminando pasillo arriba, pasillo abajo de mi casa, para intentar terminarlo a tiempo, y de paso, cumplir con mi reto de caminar 10.000 pasos diarios...
En fin, con todos los afanes, me lo terminé después de la sesión del club de lectura que fue el 19 de junio.
Una sesión "extraña", sin charla, sin cena, sin la alegría de terminar un año más unas sesiones que me aportan mucho, incluso cuando un libro no me guste especialmente, como ha sido el caso, ya que me ha parecido una trama lenta. Un libro en el que no sucedía nada, o todo era de una lentitud exasperante. Un libro que me ha servido como somnífero en algunas ocasiones.
El caso es que reflejaba muy bien la alta sociedad española de 1996. Algunos de sus personajes se identifican con personajes conocidos de la época y los escándalos que había por entonces, como Antonio S. que me recuerda a Pedro J. Ramírez.
Me ha hecho gracia ver como dicen teléfono portátil, en vez de móvil. Estaban empezando estos aparatitos, pero sin la repercusión que tienen hoy en día. Y no hay ordenadores portátiles, aunque Sánchez escribe en algo muy novedoso, que se quedaría obsoleto por el camino. Por supuesto, no hay nada de Internet, por lo que en aquel hotel perdido, pueden, en principio, sentirse aislados, algo que hoy en día es bastante difícil.
En fin, el libro se anima casi al final del todo, y te queda con una cara un tanto... de sorpresa...
Algo que no me ha gustado y que no me suele gustar cuando lo usan los escritores, es el abuso de palabras en otros idiomas, sin traducción, como queriendo darse de muy culto, sabiendo otras lenguas, pero, los pobres mortales que conocemos una y media... tenemos que andar consultado el traductor ¡bendito traductor!
Y para terminar, el hotel L'hirondelle dorée (La golondrina de oro) existe. No se me hubiera ocurrido buscarlo pero alguien lo comentó en la sesión del club de lectura. Existe y está en las islas Seychelles.
Y por último, la autora, Carmen Posadas, nacida en Uruguay y con la doble nacionalidad, uruguaya y española, fue un personaje de la Jet de finales de los años 80 y años 90. Conoce bien el ambiente que recrea, y su vida no se libró de escándalos y demás. De ella solo había leído otra novela, Pequeñas Infamias, que fue premio Planeta en 1998. Si pinchas en la imagen conocerás algo más de su vida.
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