Este es el segundo libro que me leo de este autor. El otro, que también es de los que yo me quedé, El día de mañana, lo leí en 2012.
Lo que no entiendo es que no hubiera encontrado antes más libros de este autor, sobre todo si son de esta temática, con lo que me suele gustar.
La sinopsis, en la imagen |
Creo que es una novela estupenda, o al menos, así me lo ha parecido. Dinámica, entretenida, en la que contienes la respiración a cada momento, temiendo que suceda lo que no quieres que pase. Hasta que al final, pasa.
Me ha servido también para conocer la historia de Gabriel León Trilla, comunista infiltrado en España en la época de los maquis y que murió asesinado por sus propios compañeros, en un acto de depuración del partido.
Con esta novela he recordado un poco a Almudena Grandes, en el fondo, no en la forma, con la diferencia que ella dejaba un poso de alegría, una puerta abierta a la esperanza. Y aquí también, aunque no era la forma que yo hubiera querido.
Para saber más del autor, basta con pinchar la imagen |
El libro lo terminé de leer en el avión entre Lisboa y Madeira, el pasado 16 de agosto, en el primer intento de llegada a la isla.
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