Nueva sesión del club de lectura en nuestro sitio favorito, la cafetería y tapería Zalacaín.
En esta ocasión en miércoles. Yo no estaba el viernes en Cáceres y también faltaban algunas compañeras, pero resulta que al final, ha habido menos gente que si se hubiera hecho en su fecha. Moraleja. Mejor no cambiarlo.
Y aunque éramos pocas, el resultado o valoración de nuestra última lectura ha ido casi unánime. En esta ocasión nos tocó el libro "La maestra republicana" de Elena Moya.
Pinchando en la imagen podrás ver la sinopsis |
Y nuestra conclusión ha sido que esta buena mujer, habrá sido muchas cosas, pero no maestra, ni republicana.
No lucha por la escuela pública, sino por un espacio que fue escuela religiosa y que ¿pasó a manos públicas? Un edificio de la Iglesia no iba a ser cedido graciosamente así como así. No es creíble en absoluto. La autora demuestra que desconoce todo sobre ese tema. Además, al final el espacio queda en manos de una fundación privada... ¿Cómo se explica con lo público?
El libro tiene mínimo tres historias:
- La del alcalde malísimo y corrupto, a la que se le da carpetazo y perdón, como si nada. y que de pronto aparece un millón de euros de la chistera.
- La del inglés y la hija del alcalde, gorda, fea y zafia, que a medida que se la conoce y Charles se enamora de ella, se adelgaza a los ojos del lector y se hace menos sumisa y más guapa.
- La de Vallivana, qué vive en una vida muchas vidas y que llega a los 90 tan pichi, sin dolores, sin pastillas, bebiendo manzanilla (no infusión, precisamente) y aguardiente en el desayuno. Siendo totalmente independiente, viajando por el mundo, cogiendo aviones, y sin un dolor de reúma, a pesar de la vida tan azarosa y complicada que ha vivido. No sé en qué momento esta señora ejerció como maestra. Yo creo que no pudo tener tiempo.
Me ha decepcionado porque el título llama al engaño, piensas que va a hablarte del trabajo de una docente, de formas de enseñanza innovadoras para la época, pero, por supuesto, de eso no trata. Podría haber elegido cualquier otra profesión, La enfermera republicana, por ejemplo, y cambiar la escuela por un hospital, y sería lo mismo, o casi.
Me ha decepcionado porque en algunas páginas he visto críticas muy elogiosas y no me ha parecido ni que se lea bien, ni que los personajes estén bien construidos (son totalmente planos) y además tiene incorrecciones gramaticales (por ejemplo el laísmo).
También está intentando cuadrarlo todo al milímetro y así no se hace un libro. Y tampoco hay por qué tratar absolutamente todos los temas. Por ejemplo, es irrelevante que Valli sea lesbiana o no.
En fin, no, no me ha gustado nada. Y me alegro de no haber ido la única. Supongo que al editor sí que le gustaría, o no le importaría tanto la buena construcción de una novela, como que abordara tantas tramas.
Aquí puedes conocer un poco más a la autora |
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